Nadie puede entender el presente y encarar su futuro, sin comprender su pasado. En el caso de la empresa de Granollers FAT dedicada a las sierras de cinta, que se encuentra inmersa en una transformación muy profunda a diferentes niveles, tanto generacional como tecnológico, es una verdad casi inapelable. La historia de FAT hunde sus raíces en el tejido industrial y empresarial del Área Metropolitana de Barcelona y acumula un historial de éxitos y aprendizajes del que pocas PyME pueden presumir, a la vez que no renuncia a su historia para encarar el futuro con altas dosis de ambición sin renunciar al realismo.
Los inicios de FAT
La andadura de FAT se inicia en el 1963 de la mano de Valentí Parera, con la fundación de una empresa dedicada a la venta y distribución de Accesorios Textiles (de ahí el nombre original). Debido a la crisis del sector, la empresa se transforma y detecta una falta de maquinaria para el corte y gracias a los conocimientos en ingeniería del fundador, se empiezan a fabricar tronzadoras para hierro y también para madera. La empresa se instaló desde el primer momento en Granollers desde donde se fabricaban y enviaban por todo el país un nuevo sistema de corte. El negoció aumentó y llegó a abrir nuevas oficinas y una delegación en Portugal.
La sierra de cinta FAT: un salto cualitativo
Uno de los cambios que encontramos en la historia de esta empresa está en 1988, cuando FAT empieza a vender un nuevo sistema de corte de la mano de las sierras de cinta. FAT fue una de las primeras empresas que empezó a vender sierras de cinta en España llegando a alcanzar tal popularidad entre sus clientes, que muchos de ellos no encargaban una sierra de cinta sino una ‘FAT’.
En el mundo que rodea a las máquinas para corte de metales los cambios han sido pocos, exceptuando el hito de finales de los 80 que supuso la llegada de la sierra de cinta. Pero para la industria metalúrgica en general los años 90 y especialmente los inicios del siglo XXI, abrieron la puerta a una serie de cambios tecnológicos de gran calado.
La crisis de 2008 tuvo un impacto enorme en el tejido empresarial y especialmente sobre las PyME, pero en muchos aspectos FAT salió fortalecida. El cambio generacional se inició en 2016 con la llegada a la dirección de Carles Trullàs i Parera, bajo cuya dirección dio inicio a un cambio en la estructura empresarial, así como la adaptación de la empresa a la nueva realidad económica.
El cambio generacional y de cultura de empresa en el siglo XXI
Bajo esta nueva dirección FAT ha emprendido el camino hacia nuevas formas de diseño su producto como de presentación al público. Uno de estos nuevos sistemas será la Realidad Virtual (RV FAT), un proyecto ambicioso que será implantado en breve. Además, la empresa se encuentra en un proceso de renovación tanto en la estructura de la empresa, más horizontal y donde las diferentes partes de la organización están en contacto entre ellas evitando la verticalidad, como en su presentación hacia el exterior, cuya parte más visible es la renovación de su página web y su catálogo online más accesible y fácil para el usuario. Asimismo, la comunicación con el cliente a través de redes sociales debe facilitar una información más exhaustiva para el cliente para que éste pueda decidirse a comprar una de las soluciones de la empresa.
En este contexto de renovación, FAT continúa ampliando su catálogo de sierras de cinta, tronzadoras y accesorios con los que se ha convertido en una referencia a nivel español y una de las empresas más importantes en su campo de la Unión Europea.